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Problemas con la escritura

Imagen obtenida de: bickids.com

Disgrafía

La disgrafía es un trastorno del aprendizaje consistente en ciertas dificultades de coordinación de los músculos de la mano y el brazo, lo que impide a los niños afectados dominar y dirigir el instrumento de escritura (lápiz, bolígrafo, rotulador...) de la forma adecuada para escribir de forma legible y ordenada. Por lo tanto, puede definirse como un trastorno específico de la que escritura que impide escribir correctamente.

En el siguiente enlace podrás encontrar algunos consejos que te ayudarán a mejorar la escritura a mano de tu hijo: https://www.understood.org/es-mx/learning-thinking-differences/child-learning-disabilities/dysgraphia/8-tools-for-kids-with-dysgraphia#slide-7
Puedes realizar las siguientes actividades si tu hijo tiene problemas de escritura: 
  1. Tocar y sentir las letras:  Eliminar una experiencia sensorial a menudo realza las otras. Los expertos aconsejan intentar actividades que ayuden a su hijo a concentrarse en sentir y no en ver cómo se hace una letra. Por ejemplo, trace con su dedo una letra en la espalda de su hijo. O él puede cerrar sus ojos mientras usted traza una letra en la palma de su mano. Después vea si él puede reproducir esa letra en su espalda o en un papel.

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2. ¡Pensar en grande! Los niños con disgrafía usualmente tienen problemas para recordar cómo hacer las letras correctamente. Una de las maneras en que los terapeutas hacen el proceso más fácil de recordar es haciendo que los niños escriban empleando movimiento motores grandes y materiales multisensoriales. En la casa, los niños pequeños pueden escribir letras rociando las paredes de mosaicos con crema de afeitar a la hora del baño. O pueden escribir letras sobre la espuma de la crema rociada sobre el mosaico.

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3. Esculpir con plastilina: La plastilina es un medio maravillosamente versátil. Es densa y fácil de manipular. Y los errores desaparecen al apretarla.

Estire la plastilina y haga letras con su hijo. Esto desarrolla fuerza en las manos y mejora las habilidades motoras finas. También reforzará en su mente las formas de las letras.

Otra opción: Amase una capa de plastilina sobre una bandeja para hornear e invite a su hijo a marcar letras sobre su superficie con un lápiz. 

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4. Practique apretar: Sostener apropiadamente un lápiz es difícil para muchos niños con dificultades para escribir. Su hijo puede fortalecer sus dedos y mejorar el agarre del lápiz usando herramientas para agarrar que se encuentran en la casa. Esto incluye pinzas, palitos chinos (unidos en un extremo) y pinzas para hielo.

Intente este juego: Arroje en la mesa hojuelas de maíz, bolitas de papel o pequeños borradores de lápiz. Vean cuántas pueden recoger usted y su hijo en un minuto usando una herramienta para agarrar.

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5. Desarrollar fortalezas y estabilidad: Escribir puede que no parezca físicamente exigente. Pero sentarse de manera adecuada y controlar el lápiz y el papel requieren fortaleza muscular y estabilidad en los hombros y en el abdomen.

Las actividades que ejercitan esas áreas pueden ayudar. Estas incluyen lagartijas, sentadillas, tirar a la canasta, colgarse en barras y trepar cuerdas. Incluso leer en el piso acostado sobre el estómago desarrolla fuerza en ciertos músculos.

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6. Dígalo primero: Los niños con disgrafía puede que tengan montones de ideas maravillosas. Pero poner esas ideas por escrito puede ser una labor frustrante para ellos.

Anime a su hijo a que se grabe (en su teléfono inteligente o con otro aparato) mientras dice en voz alta sus pensamientos o la historia que le gustaría contar. Luego puede reproducir la grabación cuando se siente a escribirla. Esta puede ser una forma útil de mejorar la confianza en sí mismo.

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El aprendizaje de los procesos implicados en la lectoescritura es algo muy importante para el desarrollo de los niños, ya que es la base de sus futuros aprendizajes. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no se puede hacer de manera automática, no se aprende a leer y a escribir de manera natural, sino que requiere de un aprendizaje directo. Es por eso que es importante observar si el niño puede tener dificultades e intervenir cuanto antes.

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